24 de octubre de 2013

CONFERENCIA DE INAUGURACIÓN 9a EDICIÓN


INAUGURACIÓN DE LA NOVENA EDICIÓN DE NUESTRO MASTER EN PAISAJISMO, JARDINERÍA Y ESPACIO PÚBLICO.

La inauguración tendrá lugar el próximo viernes 25 de octubre a las 19:00 horas en el Salón de Grados del edificio Politécnico (Escuela de Caminos) con la conferencia:
"Espacios públicos de Granada, Evolución a través de cinco ejemplos"
dictada por el arquitecto Carlos Sánchez Gómez.

El evento es abierto, esperamos su asistencia
 — en Campus de Fuentenueva, Universidad de Granada.

"Espacios públicos de Granada, Evolución a través de cinco ejemplos"







CARLOS SÁNCHEZ GÓMEZ, arquitecto

Carlos Sánchez Gómez (1950) es una de las principales referencias en Granada para el conocimiento de la evolución del paisaje de la ciudad.

Realiza sus estudios en la Escuela de Arquitectura de Sevilla, obteniendo su titulación en 1977. En los años 1977 y 1978 trabaja en el estudio estatal Stavo Projekt de Bratislava (Checoslavaquia), como Becario del IAESTE.
A su vuelta a España, inicia su trabajo profesional en Granada, así como su relación con la enseñanza como profesor interino de la Escuela de Artes y Oficios de Granada (1978-1979).
Su interés por la conservación del patrimonio histórico le lleva a participar en numerosos cursos. Es aquí donde surge el campo de investigación que marca su trayectoria profesional.
En 1989 es nominado y en 1992 nominado y finalista para el premio Aga Khan de arquitectura por la Restauración de la casa nazarí de la calle del Cobertizo de Santa Inés, nº4 en Granada.
Desde 1994 es arquitecto coordinador del programa de Cooperación Internacional de la Junta de Andalucía en la ciudad de Xauen, Marruecos.
Premio Europa Nostra 2001, Diploma por la obra “Hotel en Casa Morisca de la Cuesta de la Victoria”, 2002.
Miembro de la Comisión Técnica del Patronato de la Alhambra y Generalife. 2004
Es académico electo de la Real Academia de Bellas Artes “Nuestra señora de las Angustias” de Granada.

Tiene una amplia trayectoria en proyectos y obras entre los que destacan varias intervenciones en espacios públicos tradicionales especialmente en Granada y en Marruecos como la rehabilitación del Entorno de Ras el Maa, Xauen (Marruecos), el Centro de Bienestar en el Hotel “La Mamounia” Marrakech (en colaboración con A. Almagro y A. Orihuela)
Restauración de Muralla Junto a la Puerta de Elvira. Granada. Consejería de Cultura. En colaboración con Antonio Almagro y Antonio Orihuela, arquitectos. Proyecto 2000-
Reordenación del Paseo de los Tristes. Fundación Albaicín. Granada.
Plan Especial, Urbanización y adecuación de la Alcaicería. Granada.

23 de julio de 2013

Le Corbusier: An Atlas of Modern Landscapes

La Naturaleza se hace Paisaje cuando el hombre la enmarca.

Esta es una de las celebres frases de Le Corbusier, en relación al paisaje. Si bien su figura como arquitecto ha estado en ocasiones ligada a una manera de actuar indiferente con el lugar, la obra que nos presentan Jean-Louis Cohen, busca desmitificar esa idea y ahondar en la relación que siempre hubo en los proyectos de Le Corbusier con el entorno independientemente de la escala en el que este se integrara, y hacernos entender que Le Corbusier transformó territorios en paisajes.


Os enlazamos la página del MOMA, ya que el libro de momento solo está disponible en sus tiendas.

Y si queréis observar un ejemplo del volumen este es el SAMPLE en pdf.

15 de julio de 2013

Granada - Roma: Acuerdo Interuniversitario UGR - UNIROMA3



El Máster Propio en Paisajismo, Jardinería y Espacio público tiene un acuerdo de colaboración e intercambio con el Master Architettura | Storia | Progetto de la Università Roma Tre. Los alumnos matriculados en el Máster de Granada pueden cursar un segmento del Master ASP, sin cargos extra de matrícula, durante los meses de abril, mayo y junio. El Máster ASP ofrece los instrumentos metodológicos para formar arquitectos, ingenieros, historiadores del arte, conservadores de bienes culturales o arqueólogos para intervenir, responsablemente y con competencia, en los proyectos de revitalización y restauración del patrimonio existente o bien en el proyecto de nuevas edificaciones ambientadas en contextos de valor histórico y ambiental. En la segunda parte del año, el Máster ASP proporciona un programa centrado en la conservación, restauración y rescate (incluído el proyecto de nuevos edificios) de conjuntos arqueológicos, aprovechando la singularidad de la ciudad de Roma y de sus alrededores y la posibilidad de poder efectuar stages formativos en instituciones italianas implicadas en las tareas de salvaguardia del patrimonio arqueológico. 

Pueden participar en el intercambio los alumnos con título de licenciatura, preferentemente en arquitectura, ingeniería civil, arqueología, historia del arte y conservación de bienes culturales. 

Es una oportunidad única! poder disfrutar de dos ciudades como Granada y Roma, cursando tus estudios de paisajismo.



3 de julio de 2013

Alumnos del país




A lo largo de las 8 ediciones realizadas del Máster en Paisajismo, Jardinería y Espacio Público de la Universidad de Granada, además de nuestros aumnos internacionales hemos contado con alumnos de norte a sur del país. Desde Andalucía a Asturias, o de Valencia a Extremadura, hemos ido reuniendo gracias a todos ellos un mosaico de lugares y paisajes muy dispares e interesantes que han enriquecido nuestro máster con sus experiencias.


Desde el Máster en Paisajismo de la UGR os animamos a realizar vuestra formación en Paisajismo en la ciudad de Granada!

La convocatoria está abierta, tenéis más información en la web del máster.

2 de julio de 2013

Paisajismo: del Carmen de los Mártires a La vega...



Hoy compartimos un vídeo en el que participan tres de los profesores de nuestro máster, Manuel Casares, José Tito y Luís Miguel Valenzuela, para hablar de paisaje y paisajismo a través del Carmen de los Mártires y de la Vega de Granada.
Una manera de acercarnos al paisaje desde dos ángulos, el de un jardín histórico y el de un territorio agrícola también con mucha historia. Dos escalas y dos paisajes, que nos plantean el reto de cómo intervenir en cada caso.


25 de junio de 2013

Alumnos


A lo largo de las 8 ediciones realizadas del Máster en Paisajismo, Jardinería y Espacio Público de la Universidad de Granada, hemos contado con alumnos de diversos países, haciendo que nuestro máster se convierta en una experiencia mucho más enriquecedora al añadir el plus que supone el intercambio cultural entre los alumnos de distintos países tanto de Europa como de América.

Un intercambio recíproco entre el máster y sus alumnos, en el que todos siempre tenemos algo nuevo para aprender y algo que aportar.  Un intercambio entre los propios alumnos que pueden hacer de su paso por Granada la oportunidad de estrechar relaciones y establecer vínculos profesionales y personales con sus compañeros, que seguro nos abrirán las puertas de un mundo ya globalizado.
Granada es además la primera opción entre los estudiantes Erasmus, lo que favorece una internacionalización  aún mayor de la Universidad y de la propia ciudad.

Desde el Máster en Paisajismo de la UGR os animamos a realizar vuestra formación en Paisajismo en la ciudad de Granada!

La convocatoria está abierta, tenéis más información en la web del máster.

19 de junio de 2013

Beca Alhambra


 Gracias al acuerdo de colaboración entre el máster y el Patronato de la Alhambra y el Generalife de la Junta de Andalucía, al finalizar los estudios del máster se otorgará una beca de prácticas para trabajar en las instalaciones de la Alhambra. 

La Beca Alhambra será concedida entre los estudiantes del máster de la 9a edición, una oportunidad única de poder colaborar en el recinto palatino de la Alhambra y poder disfrutar cada día de sus palacios y jardines.

18 de junio de 2013

Mobiliario Urbano, historia y proyectos


Este próximo jueves 20 de Junio en Sevilla,

Presentación del libro: MOBILIARIO URBANO, HISTORIA Y PROYECTOS
de Silvia Segarra Lagunes.

El jueves 20 de junio a las 18:00 horas en la Sala de Conferencias del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Av. de los Descubrimientos, s/n. Isla de Cartuja, Sevilla.
Presentan: D. Román Fernádez-Baca, Director del IAPH
D. Ángel Isac Martínez de Carvajal, Subdirector del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Granada.
D. Eduardo Mosquera Adell, director del Máster en Arquitectura y Patrimonio Histórico, Universidad de Sevilla.




El mobiliario urbano, aunque pasa modestamente inadvertido frente a los edificios o los grandes monumentos, es en gran medida responsable de la imagen de las ciudades.

Obra de la profesora Silvia Segarra Lagunes, el volumen "Mobiliario urbano, historia y proyectos" trata y estudia el origen y evolución de los elementos de confort en las calles y plazas confrontando sus condiciones materiales de fabricación industrial con la ideología que inspiró el nacimiento de la moderna ciudad burguesa. Es el requisito necesario para solucionar los problemas metodológicos que plantea la selección del mobiliario urbano, especialmente compleja cuando se trata de centros históricos.

12 de junio de 2013

Muralla Zirí del Albaicín. Granada


El cerro de San Miguel,  se sitúa frente a la colina de la Alhambra y el Generalife, y junto a ellos configura parte de ese telón de fondo de la ciudad en el que el paisaje hace su transición de lo urbano a lo natural.
El proyecto buscaba realizar un tratamiento paisajístico del entorno de la ermita de San Miguel Alto y a su vez restaurar el roto de unos 40 m, originado en la muralla debido a un movimiento sísmico en el siglo XIX.
Por un lado la adecuación del entorno actúa en la restauración de las fachadas de la ermita, el acondicionamiento de caminos, la construcción de un camino escalonado y la plantación de pitas y chumberas típicas de estas laderas como en el Sacromonte.



Por otro lado, en la intervención de la muralla, que data del siglo XIV, y es obra del arquitecto Antonio Jiménez Torrecillas, el proyecto pretende recuperar la continuidad lineal de la muralla y de su significado como límite histórico y defensivo de la ciudad.
Esa continuidad se consigue mediante un lienzo de lajas de granito que se adosa al muro originario sin llegar a entrar en contacto con él. La separación física entre el muro original y el añadido nos habla también de una separación temporal, separación que es evidente también en su materialidad, pero sin dejar de establecer por ello un diálogo permanente entre las dos partes. 

El uso de las losas de granito, en principio un material que no tiene nada que ver con el tapial del muro originario, consigue evocarlo tanto por la gama cromática como por el sistema constructivo usado, que al ir apilando losas, unas encima de otras si nos evoca los estratos constructivos del tapial.
Otra diferencia más entre el original y la intervención, mientras el original es un muro masivo, la intervención se convierte en un muro hueco, al que se puede acceder y recorrerlo, convirtiéndolo casi en un túnel del tiempo, que nos permite la ilusión de entrar y recorrer un muro, que nos invita a un juego de luces y miradas que permiten los huecos que van dejando entre si las losas de granito a modo de las celosías típicas de la cultura musulmana. Así mientras se recorre el tramo de muro, uno puede volver a jugar a ver sin ser visto, a contemplar la ciudad de manera fragmentada y a viajar en el tiempo.



Este es un proyecto lleno de sutilezas y de matices que se van descubriendo a medida que uno se acerca, lo recorre, y lo percibe.
Entre los premios y reconocimientos que ha obtenido figuran:
- Premio de Arquitectura Española a la mejor intervención en el Patrimonio Histórico Nacional 2007
- Consejo Superior de los Colegios de arquitectos de España. 2005-2007
- Premio Arquitectura Piedra 2006, Premio FAD Socis Arquinfad 2006
- Finalista en el IV European Prize for Urban Public Space 2006
- Obra expuesta en la IX Bienal de Arquitectura Española 2007
- X Premio Internacional de Arquitectura en Piedra, Verona 2007
- Premio Internacional Cappochin Bienal Architecture Papua 2007
- Seleccionado para el Premio Mies Van der Rohe 2007





24 de mayo de 2013

RESTAURACIÓN EN EL PARQUE NATURAL DE CAP DE CREUS del paraje de Tudela-Culip (CLUB MED)

 
    Hoy día Europeo de los Parques Naturales recuperamos una actuación paisajística de Restauración llevada a cabo por el estudio de paisajismo EMF, Martí Franch y Ton Ardèvol, en el paraje de Tudela-Culip (CLUB MED) del Parque Natural del Cap de Creus, Girona.

Este proyecto realizado entre 2005-2010 ha obtenido diversos reconocimientos, entre ellos el premio Rosa Barba de la 7a Bienal Europea del Paisaje de Barcelona, y ha sido el único proyecto europeo elegido por la American Society of Landscape Architects (ASLA) entre los 9 mejores proyectos de ordenación paisajística del mundo.

El proyecto busca restaurar el paisaje de este paraje en donde en 1962 se construyó un complejo turístico, el Club Med, que distorsionaría la esencia del lugar. Con la declaración del parque Natural del Cap de Creus en 1998 el complejo se vió obligado a clausurar surgiendo el problema de qué hacer con él y cómo recuperar el paisaje original.


EMF planteó un proyecto de restauración ambiental que se basó en 5 ejes fundamentales:

1- Extracción de la Flora Exótica Invasora (FEI). 

2- Derribo del complejo basado en la deconstrucción selectiva por ámbitos.
3- Gestión ejemplar de los 42.000m3 de residuos generados en el derribo.
4- Remodelación y recuperación orográfica y de los drenajes naturales del territorio
5- Proyecto de uso público de esta zona del parque a partir de tres líneas de actuación:
     - Ordenación y jerarquización del viario

     - Red de miradores
     - Identificación de les rocas-animal



 







Fuentes Fotografía: EMF, ON Diseño







23 de mayo de 2013

AGENDA, Exposición: Paraísos del Antiguo Sur

Del 24 de Mayo al 18 de Junio en el parque de las Ciencias de Granada la exposición Paraísos del Antiguo Sur, un recorrido a través de imágenes históricas por los jardines de Andalucia y el Magreb.

 La exposición está promovida por el Consorcio para la Conmemoración del Primer Milenio del Reino de Granada y la Fundación El legado Andalusí. Y ha sido comisariada por Manuel Casares y José Tito, profesores y coordinadores de nuestro máster.

Os la recomendamos.






21 de marzo de 2013

Un camino en el bosque

Tetsuo Kondo Architects




     En este 21 de Marzo, día internacional de los bosques, recuperamos un proyecto de paisajismo de 2011 firmado por el estudio japonés de arquitectos de Tetsuo Kondo.

La instalación efímera realizada en el bosque de Kadriorg en Tallinn, Estonia, durante el Urban Installations Festival LIFT11  plantea un recorrido de 95 metros de longitud que serpentea entre los troncos y las copas de los árboles, apoyado sobre un tubo de acero que descansa en el tronco de los árboles sin añadir ninguna estructura adicional.

Se resume así en un paseo flotante entre los árboles de un bosque con más de 300 años de vida. 














 


Los creadores del proyecto dicen del proyecto: 
"Creo que la percepción del bosque cambia ligeramente cuando uno recorre a lo largo de este camino. Ya no estamos mirando  los bosques desde el suelo, sinó que nos acercamos a las hojas y pasamos  a través de sus ramas. Se trata de un elemento de arquitectura que existe para el bosque como el bosque existe para la arquitectura. No podemos cambiar la forma del bosque, pero creemos que los distintos elementos de un bosque pueden convertirse en una entidad de esta condición."

Los autores pretenden que podamos experimentar el bosque, la arquitectura y el entorno en un modo como no se había experimentado todavía.

20 de marzo de 2013

ARTE EN LA CANTERA


Antonio Gross Muñoz
Master en Paisajismo, Jardinería y Espacio Público 2011-2012

Me paro delante de la cantera y la sensación es sobrecogedora.  Hace un momento, cuando dejamos el coche, sólo veíamos el pico del volcán. Un paisaje verde, donde los campos de pasto y cultivo dan paso a laderas muy frondosas. Un relieve bastante acusado que, sin embargo, se tapiza y moldea suavemente.
Hemos llegado al final del atajo y la imagen ahora es muy distinta. Podemos observar las tripas del monte, como si estuviésemos ante un ejercicio de disección descomunal. Es lo que aquí llaman gredera, una cantera para la extracción de greda (lapilli), que se traduce en un profundo tajo anaranjado de más de 100 metros de altura y 500 de longitud.
El contraste es brutal pero muy bello. Las aristas de las terrazas ordenan y cuantifican lo que parecía no tener medida, y los derramamientos de grava volcánica ponen de manifiesto la grandiosidad de la herida.
La situación en la que me encuentro como observador es un tanto confusa. Cuando me detengo delante de una de estas grandes huellas que el hombre ha dejado sobre el paisaje no sé muy bien qué pensar. Podría construir argumentos a favor del medio natural, en contra de cómo somos capaces de destruir lo que ha tardado miles de años en formarse (cuando no son millones), de cómo el hombre impone su escala temporal y condicionantes socio-económicos provocando alteraciones irreversibles…
Pero en el fondo no es eso lo que me inquieta. El paisaje tiene un carácter sublime, imponente, rico en contrastes y líneas de tensión, que lo fortalecen. Y pienso que ha sido la labor del hombre quien le confiere este valor añadido.
Considero que no hay demasiada distancia entre estas canteras y algunas obras del Land Art  a gran escala que proponían los artistas americanos de los 70 como Michael Heizer y Robert Smithson. Eduardo Chillida buscó durante años el emplazamiento perfecto para la escultura que resumiría toda su obra y lo encontró dentro de la montaña de Tindaya. Una obra que tendría que ejecutarse como si de una explotación minera se tratase. El hombre a veces necesita expresar de manera contundente su relación con la naturaleza, en lugares libres de su propia intervención, donde la visibilidad del nuevo orden propuesto sea mayor.
Mientras tanto yo me pregunto si acaso las canteras no son fruto de nuestra relación con el medio y si no suelen estar ubicadas  en parajes excepcionales y relativamente aislados la mayoría de las veces. Es por eso por lo que os propondría las siguientes preguntas:
¿Es necesario gastar más recursos en camuflar con tímidas plantaciones aquello que tanto nos impresiona?
¿Podemos reducir al mínimo la distancia existente entre una cantera y una obra de Land Art   sin que esto suponga costes adicionales?

COMPLEJOS FABRILES EN PLENO CENTRO

polarización de los intereses entre la ciudadanía y sus representantes

Oscar Arroyo Vega

Master en paisajismo, jardinería y espacio público 2011-2012

El 20 de noviembre de 2011, autoridades políticas catalanas inauguran orgullosas la nueva Casa de les Llengües en el antiguo complejo fabril de Can Ricard, en Poblenou. El proyecto es respetuoso con la arquitectura original, presume de proyección internacional y  gran parte de su superficie tiene una vocación social, un tanto que se apuntan los gestores como propio tras haber situado antes a las fuerzas de seguridad frente la asociación de vecinos y vecinas del Poblenou que rechazaba el primer proyecto recogido dentro del plan 22@.


“Había viajado a España con el proyecto de escribir artículos periodísticos, pero ingresé en la milicia casi de inmediato, porque en esa época y en esa atmósfera parecía ser la única actitud concebible. Los anarquistas seguían manteniendo el control virtual de Cataluña, y la revolución estaba aún en pleno apogeo. A quien se encontrara allí desde el comienzo probablemente le parecería, incluso en diciembre o en enero, que el período revolucionario estaba tocando a su fin; pero viniendo directamente de Inglaterra, el aspecto de Barcelona resultaba sorprendente e irresistible. Por primera vez en mi vida, me encontraba en una ciudad donde la clase trabajadora llevaba las riendas. Casi todos los edificios, cualquiera que fuera su tamaño, estaban en manos de los trabajadores y cubiertos con banderas rojas o con la bandera roja y negra de los anarquistas; las paredes ostentaban la hoz y el martillo y las iniciales de los partidos revolucionarios; casi todos los templos habían sido destruidos y sus imágenes, quemadas. Por todas partes, cuadrillas de obreros se dedicaban sistemáticamente a demoler iglesias. En toda tienda y en todo café se veían letreros que proclamaban su nueva condición de servicios socializados; hasta los limpiabotas habían sido colectivizados y sus cajas estaban pintadas de rojo y negro. Camareros y dependientes miraban al cliente cara a cara y lo trataban como a un igual. Las formas serviles e incluso ceremoniosas del lenguaje habían desaparecido. Nadie decía señor, o don y tampoco usted; todos se trataban de «camarada» y «tú», y decían ¡salud! en lugar de buenos días.”[1]


En los proyectos urbanísticos de los piases democráticos la participación ciudadana es una componente esencial del proceso, En España, una componente legislada, como merece un estado de derecho.

En casos como el anterior la soberbia de las instituciones, la falta de flexibilidad y el choque de sus decisiones con las necesidades reales de los habitantes (por no nombrar motivos más oscuros) logra que la participación en lugar de desarrollarse como un intercambio de pareceres entre los responsables de la planificación y los afectados, se convierta  una batalla campal entre los vecinos y vecinas del barrio y los agentes policiales.
Las reclamaciones de las asociaciones de vecinos del caso anterior: “que no se privatice un suelo público, que no se derrumbe un edificio parte del patrimonio industrial de la ciudad y sobretodo que no se destruya un símbolo de identidad de un barrio obrero histórico, su barrio.”
La evolución demográfica en las ciudades españolas durante el siglo XX y los primeros años del siglo XXI ha llevado a estas a engullir los complejos industriales perimetrales de principios de siglo y finales del siglo pasado, algunos de los cuales todavía están en pie a medio camino entre la especulación y la conservación. Enclavadas ahora en barrios céntricos y con superficies de hasta 12ha (Matadero de Madrid) son un caramelo para los gestores públicos, pues suelen ser fábricas privadas sobre suelo público o híbridos de propiedad todavía más extraños y confundibles.

Asociaciones de vecinos, colectivos sociales y otro tipo de asociaciones, en algunos casos, denuncian la situación, reclaman la protección de ese patrimonio así como el uso social del propio espacio, poniendo en jaque a las instituciones.
En ocasiones, éstas optan por ceder el espacio o parte de este a las entidades que aprovechan éste hasta el momento de manera ilegal (Tabacalera - Madrid, Bloc11 de Can Batlló - Barcelona), otras veces las mantienen en desuso y en proceso de degradación o en una situación de uso ilegal (Fábrica de sombreros Fernández Roche - Sevilla). En el mejor de los casos, los propios gestores se adelantan a la acción ciudadana y rehabilitan el espacio de manera ejemplar (Matadero - Madrid, La Fàbrica - Celrà).


La distancia entre posturas de las asociaciones de pie de calle y las instituciones es en muchas ocasiones abismal. La escala a la que se plantean cada uno de ellos las soluciones a los problemas sociales son diferentes, y la desconfianza mutua es inefable, llegándose a dudar (con motivos fundamentados por ambas partes) de que la voluntad de la asociación sea dotar al barrio de unos servicios sociales, o que la voluntad de las instituciones no sea representar las necesidades y deseos de los ciudadanos.

Esos problemas de comunicación, por falta de confianza o falta de flexibilidad a la hora de salvar la divergencia de objetivos, hace que parte del patrimonio industrial de nuestras ciudades siga degradándose y no goce de la protección necesaria, que colectivos sociales estén trabajando en lugares sin acondicionar de manera ilegal y finalmente que la sensación de la población sea la de tener un enfrentamiento entre ciudadanos y instituciones por el uso de dichos espacios, que en caso de resolverse de manera elegante (sin el uso de los cuerpos antidisturbios) suele dar unos resultados más que deseables, pues la voluntad de ofrecer un servicio por parte de los propios ciudadanos ya está de antemano.

Probablemente fue André Malraux parafraseando a José de Maistre quien sentenció que no es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen. Lamentablemente no todo es tan justo y en ocasiones el pueblo se encuentra con un político de carrera, aquellos que, según Woody Allen, hacen de cada solución un problema.




[1] ORWELL, G. (1938). Homage to Catalonia. I (4-5). London: Harvill Secker

EL PAISAJE INDUSTRIAL, LA PUERTA DE LA CIUDAD CONTEMPORÁNEA

Belén Labiano Napal

Master en paisajismo, jardinería y espacio público 2011-2012

Independientemente del medio de transporte utilizado para llegar o escapar de cualquier ciudad, nuestra primera y última percepción de ella, ya no la configura la propia arquitectura de la ciudad sino el paisaje industrial generado en torno a ella.


       La ciudad dispersa y zonificada frente a la ciudad compacta y diversa

El tejido urbano de la ciudad contemporánea responde a la compleja interrelación de múltiples usos en necesaria coexistencia.
      
       La disposición generalizada de las áreas industriales en los bordes de la ciudad, puede ser el resultado del equilibrio inestable de 2 tensiones opuestas.

       Desde la creación de las primeras industrias, existe la tendencia de alejar este uso del uso residencial por razones de salubridad, de gestión de la producción y descongestión del transporte, entre otras. Este criterio de ordenación da lugar a una zonificación por usos de la trama urbana, cuya evolución natural es la dispersión.

       En la actualidad, la búsqueda de un modelo de ciudad sostenible apuesta por las ventajas de la ciudad compacta y diversa (frente a la dispersa y zonificada) dado que cuanto mayor es la accesibilidad, propiciada por la proximidad entre usos, menor es la movilidad de los ciudadanos y mayor es la sostenibilidad del sistema urbano.

       La convivencia de estos 2 modelos de ciudad contrapuestos, puede interpretarse como un punto de inflexión en los criterios de planeamiento y ordenación urbana y por tanto puede representar también una oportunidad de cambio en el tratamiento que tradicionalmente se viene haciendo de las áreas industriales.


       La imagen descuidada sin sensibilidad paisajística

La arquitectura industrial, además del hecho de quedar ubicada en el borde de las ciudades y segregada del resto de usos, responde en general a una imagen anodina por su estética previsible que responde únicamente a la funcionalidad más extrema.

       Esta imagen descuidada y carente de intención está dando lugar a la devaluación paisajística del límite de las ciudades, o peor aún, está deteriorando la percepción de la ciudad desde el exterior, tanto al llegar a ella como al dejarla atrás.

       Por este motivo se podría diagnosticar que estamos utilizando una estrategia inadecuada al desaprovechar la ubicación estratégica de las áreas industriales resolviendo su arquitectura con escasa sensibilidad respecto al entorno y alejándonos, no ya de la integración paisajística, sino de una transición ciudad – campo más elaborada.

       Conclusión. La intencionalidad del paisaje industrial

Parece adecuado pensar que, ya que la primera y última visión de una ciudad contemporánea viene definida por la arquitectura que conforma sus límites, ésta, dada su ubicación estratégica, debería estar cargada de intencionalidad y no ser el resultado casi involuntario del racionalismo productivo.

LA ARQUITECTURA INDUSTRIAL

Fabiola Colmenero Fonseca

Master en paisajismo, jardinería y espacio público 2011-2012



INTRODUCCIÓN. 
 La Revolución Industrial  ha sido un factor importante en la transformación del paisaje natural y el urbano.  Este tipo de arquitectura ha ido cambiando lo que antes era el paisaje natural llevándolo a un nuevo paisaje: el industrial, provocando así lo que ahora conocemos como la sky line de las ciudades industrializadas, que se ha ido conformando y les ha dado un aspecto muy diferente. 
Con ella surgió el uso de los objetos mecánicos sustituyendo la mano de obra artesanal, como las infraestructuras lineales, incluyendo la vía férrea, que surge como un avance de la tecnología que hasta nuestros días se ha seguido utilizando.
La arquitectura industrial estuvo y sigue siendo condicionada por dos factores fundamentales: la funcionalidad, que se concreta en la organización interior y exterior del edificio de forma que favorezca lo más posible la eficacia del proceso productivo y el control de los trabajadores. Se trata de explotar los nuevos instrumentos que ofrecen la nueva tecnología y la fuerza de trabajo obrera.
Las industrias textiles han sido sustituidas por  pisos, creando una maquinaria para su utilización y un buen funcionamiento; adaptándolo a edificios de gran apariencia con tipología propia. Su planta suele ser rectangular, larga y estrecha y de gran desarrollo en altura. Con la estructura del edificio se conseguía una buena iluminación.

Asímismo se fueron sustituyendo los materiales más usados hasta entonces como eran la madera, mampostería o piedra y poco a poco se optó por los materiales de la revolución industrial, lo que hará que el edificio evolucione tipológicamente hacia una inmensa nave, por el contrario, la fábrica será foco de terribles enfrentamientos sociales, lo que favorecerá el desplazamiento de las industrias fuera de las ciudades.
En las propuestas en valor para una nueva infraestructura de la arquitectura empresarial desde perspectivas diferentes e innovadoras que permitieron un cambio a la industria en general.
La arquitectura como ciencia social, nos ofreció en algún momento y nos sigue ofreciendo un análisis específico desde los acontecimientos económicos, políticos, sociales, culturales, religiosos que han caracterizado el paso de la humanidad a través del tiempo y comprende desde la aparición de los primeros documentos escritos hasta la actualidad y como método el propio de las ciencias sociales, y sin embargo es diferente de  mostrarnos la visión de la industria vinculada a diferentes elementos de la actividad industrial como integración del entorno económico y social; que también fue cambiando no sólo la técnica sino también la tecnología a las formas socioeconómicas. 
 LA ARQUITECTURA INDUSTRIAL ¿PUEDE SER PATRIMONIO?, O ¿PODEMOS VER  EL PAISAJE COMO INDUSTRIA?
En el último siglo se ha producido un proceso de industrialización por la instalación de numerosas fábricas. Esta arquitectura industrial del siglo XX no debe de perderse pues es parte de nuestro patrimonio histórico, su rehabilitación y su posterior reutilización como recurso turístico es una buena iniciativa de conservación de la arquitectura industrial y de diversificación la oferta turística de este espacio.

El patrimonio industrial ha ido adquiriendo importancia dentro de nuestra cultura y sociedad occidentales; aunque joven, es un vasto ámbito de estudio en el que recientemente se ha ido manifestando  un interés creciente por el paisaje de la industria. Gracias al descubrimiento de esta dimensión territorial, aspectos como los laborales, técnicos, socioeconómicos, antropológicos, arquitectónicos o estéticos que antes eran prioritarios y se analizaban aisladamente, pasan ahora a organizarse y explicarse en virtud de su posición en una red más compleja, tridimensional, la que teje la industria al implantarse en un espacio. La industria imprime sus huellas en el espacio, humanizándolo y  también deben ponerse en valor en los procesos de rehabilitación para adquirir así una idea global de nuestro pasado a través de sus vestigios materiales. Esta tendencia procede de Francia y su manera de interpretar el patrimonio industrial, pero se ha ido extendiendo por el área latina de Europa y España participa de ella plenamente. Se recogen (a través de diferentes obras y referencias dispares) el desarrollo de esta tendencia, las características de este paisaje, la lógica socio espacial que imprime la producción industrial y se reflexiona específicamente sobre el medio minero, por su especial relevancia en Asturias.

La arquitectura industrial debe ser destacada como un género aparte dentro del conjunto del patrimonio arquitectónico debido a unas características propias que le confieren una especificidad que permite su diferenciación del resto de la arquitectura edilicia. Al mismo tiempo, su amplia representación territorial, producto de la extensa implantación espacial del fenómeno de la industrialización, la convierte en un núcleo patrimonial de primer orden en cuanto al conjunto de los restos conservados ya sean estos edificios singulares aislados o complejos industriales.  

Las construcciones industriales poseen una serie de valores tecnológicos, arquitectónicos, sociológicos y paisajísticos que hacen de ellas un documento de primera magnitud no sólo para conocer la evolución e implantación de las técnicas constructivas -materiales y estructuras-, de los procesos de maduración e innovación tipológica -ordenación espacial- y de la secuencia estilística perteneciente a cada momento histórico sino que también nos habla de la propia estructura económica, de los procedimientos constructivos utilizados o del papel que jugó el modelo energético escogido como condicionante del modelo resultante.

Asímismo, nos proporciona una valiosa información acerca de la propia organización industrial de la fábrica que nos permite conocer cómo fueron las relaciones laborales existentes en un momento histórico concreto o el modelo de organización interna de la producción en sus aspectos de circulación de personas, mercancías o productos acabados. La arquitectura industrial se expresa mediante unas tipologías específicas tanto para cada uno de los sectores productivos como para cada uno de los espacios necesarios para desarrollar esas actividades o procedimientos.
  
Para analizar la importancia y riqueza del patrimonio arquitectónico industrial deben tenerse en cuenta varios aspectos que se  generan a través del tiempo y los distintos cambios socioeconómicos:
La arquitectura industrial nos permite explicar los sistemas de organización espacial necesarios para la producción en cada etapa histórica y conocer las mentalidades de los hombres que la hicieron posible a través de su significación formal.

La arquitectura industrial se refiere no sólo a la construcción de los edificios que forman parte de la fábrica en sentido estricto, sino también a las instalaciones mecánicas que permiten los procesos de producción, los edificios destinados a almacén y las tipologías residenciales relacionadas con los procesos productivos. En el proceso histórico de constitución de los tipos esenciales de la arquitectura industrial se entrelazan diacrónicamente las funciones, los materiales, las estructuras y los estilos. El proceso histórico de la Revolución Industrial se desarrolla paralelamente al proceso de renovación urbana.
La historia de la arquitectura industrial debe construirse a partir de:
-El conocimiento de la ciudad en relación con su territorio
-El análisis de la sociedad industrial como marco dialéctico creador de una nueva
Civilización.
El paisaje industrial debe añadirse al concepto de monumento industrial o técnico. Ya sea como contexto o como especificidad patrimonial. El patrimonio arquitectónico industrial no puede aparecer vacío de contenidos sociales y antropológicos. El paisaje industrial es ignorado sociológicamente y mayoritariamente, si no despreciado, a pesar de tener indudable interés urbanístico, cultural y medioambiental. El territorio se puede analizar según la tipología: territorios explotados, orillas colonizadas e implantaciones puntuales que crean hitos referenciales.
El paisaje industrial, como una particularidad del concepto genérico del paisaje, significa una consideración más amplia y compleja que la del patrimonio industrial, que es su componente principal y referido a edificios, sus instalaciones o la maquinaria. Supone la interacción de variados elementos integrantes complementarios de un panorama fabril que son percibidos como un escenario coherente y potente en un contexto de síntesis. En ocasiones su ámbito, que contempla áreas rurales, urbanas y periurbanas, no es continuo y mucho más amplio que aquello que inicialmente se divisa refiriéndose a asentamientos productivos articulados en torno a un eje fluvial, un frente portuario, a lo largo de una estructura de comunicación o de una red de distribución de fluidos o energía.
Esta tipología paisajística muy habitual en la actualidad, sociológica y mayoritariamente es ignorada, si no despreciada, a pesar de tener un indudable interés urbanístico, medioambiental, cultural y visual, por lo que previamente es necesaria una sensibilización colectiva progresiva y selectiva que permita apreciar sus cualidades intrínsecas. Se requiere una generosidad conceptual para comprenderlo y desde una cierta benevolencia contemplativa y ambiental podrá ser aceptada e incluso, finalmente, admirado. Una modalidad en el paisaje industrial activo es la eventualidad, su mutancia temporal o instantánea, el carácter de secuencias efímeras. Así, la fábrica adquiere aspectos diferentes en función de la intensidad, volumen y dirección de los humos e incluso los sonidos emitidos o los entornos olfativos creados por los procesos productivos. Las plantaciones de un terreno vinícola obedecen a un ciclo anual de desarrollo con matices formales y cromáticos muy diferentes.
Implantaciones puntuales que por sus características volumétricas enfatizan un amplio dominio territorial destacando su potente imagen en el horizonte. Las «catedrales del trigo», los silos agrícolas, tradicionales almacenes repartidos por las zonas de cultivo que emergen con altura y sencillez en un terreno agrícola horizontal.
Con arquitecturas incidentes cuya acertada presencia puntual valoriza un amplio e interesante paraje dotándole de una nueva dimensión estética y vinculándolas al entorno, como algunas bodegas en Araba, templos para el culto del vino.
La contemplación del los paisajes industriales es una aventura estética de vanguardia que activa los sentidos.
 CONCLUSIONES
  Los paisajes industriales son el reflejo de la actividad industrial en el territorio, son por tanto paisajes artificiales, espacios que han sido transformados por la actividad humana. Estos paisajes han ido creciendo en número desde el inicio de la Revolución Industrial, y han ido evolucionando desde unos paisajes tradicionales, los denominados “países negros” a los más modernos centros industriales.
Durante el siglo XX se desarrolló como fuente de energía básica para la industria el petróleo, por lo que la demanda de este producto favoreció la localización de refinerías sobre todo en puertos o en otras ciudades del interior, y junto a ellas surgieron polos industriales que se aprovechaban de la proximidad a la fuente de energía. Por otra parte las industrias de bienes de consumo se fueron localizando junto al mercado, por lo que en casi todas las ciudades fueron apareciendo polígonos industriales que abastecían a las ciudades.
Las nuevas industrias basadas en la alta tecnología, se sitúan lejos de la ciudad, en zonas suburbanas, buscando ubicaciones más atractivas y próximas a las grandes infraestructuras de transporte que facilitan la comunicación (autopistas, aeropuertos, puertos...). El análisis de las construcciones industriales requiere un conocimiento previo de la estructura productiva de cada época histórica ya que, al igual que en la arquitectura de género religioso o militar, la existencia de un programa previo es una premisa básica para entender la posterior ordenación espacial.
Sólo desde el análisis de las prioridades, expresadas por las industrias a través de los intereses de los hombres de empresa y de sus técnicos, se nos permite el acceso a este complejo mundo que se ha convertido, en palabras de los ingenieros y arquitectos, en la moderna monumentalidad que ha venido a sustituir a las catedrales y a los palacios como los temas arquitectónicos donde se manifiestan, con mayor intensidad, las relaciones de poder de toda una época. 
Al mismo tiempo, la arquitectura industrial, nos aproxima a la percepción que acerca del mundo del trabajo tuvieron las gentes coetáneas de cada modelo productivo y nos remite a la tremenda fuerza de sugestión que esas construcciones ejercieron, como elementos simbólicos del paisaje, en la creación de una cosmovisión ligada a la cultura industrial. Esos valores simbólicos cobran aún más fuerza cuando nos referimos a los restos materiales del pasado industrial (siglo XIX), que son objeto de análisis de la Arqueología Industrial, reafirmando el carácter mítico de la técnica en la nueva sociedad surgida del factory sistem. La arquitectura industrial se convierte, en algunos casos, en la máxima expresión de la idea anterior al ser ella misma máquina o motor, tal como sucede en las modernas fábricas de refino de combustibles o de transformación de áridos o en las antiguas construcciones en hierro de la minería.
Se recomienda la siguiente bibliografía: Aymonino, Carlo, El significado de las ciudades, Madrid, Blume, 1981; Benito del Pozo, P., El espacio industrial en Asturias, Barcelona, Oikos-Tau, 1991; Bonet, A., Bibliografía de arquitectura, ingeniería y urbanismo en España, Madrid, Turner,1980; Castells, M. y Hall, P., Las tecnópolis del mundo, La formación de los complejos industriales del siglo XXI, Madrid, Alianza, 1994; Castells, Sociología del espacio industrial, Madrid, Editorial Ayuso, 1977; Choay, F., El urbanismo. Utopías y Realidades, Barcelona, Lumen, 1983; Abaco: Revista de cultura y ciencias sociales, Nº 34, 2002 (Ejemplar dedicado a: Paisaje, arte y patrimonio), págs. 79-92.