20 de marzo de 2013

RE-EVALUACIÓN DE EDIFICIOS INDUSTRIALES EN DESUSO


Paola Acosta Tamez

Master en Paisajismo, Jardinería y Espacio Público 2011-2012

Hoy en día,  existen en el mundo una gran cantidad de edificios y zonas industriales en desuso, debido a los procesos de industrialización y desindustrialización que se han presentado a lo largo de la historia desde la Revolución Industrial.  Sin embargo, existe la alternativa de utilizar ésta situación como una oportunidad de negocio, en la que rehabilitando estos lugares, puedan llegar a ser parte de la economía de la ciudad promoviéndolos como sitios históricos y culturales con enfoques turísticos.
En el siglo XVIII, con la Revolución Industrial, se dio el inicio a una nueva forma de vida, en la industria y la manufactura reemplazara el trabajo manual. Esto dio como consecuencia una serie de edificaciones pensadas única y exclusivamente para utilizarse como medio de creación de tecnología nueva. Con esto se refiere a que aún siendo que la estética era un tema de interés, no se desarrolló una nueva estética dirigida a la producción industrial. Sin embargo, sí era de importancia el adaptar las nuevas técnicas constructivas y el uso de materiales como por el hierro. 
Éstas edificaciones a las que llamamos arquitectura industrial, tenían como fin atender las necesidades que producían los procesos industriales, desde su creación hasta el papel que el hombre jugaba en ellos. Y por lo mismo, cada industria, con sus respectivas necesidades, edificaba a su conveniencia. Hasta que con la invención de la máquina de vapor, uno de los inventos más importantes de la época, surgió el elemento común de las edificaciones industriales: la chimenea.
A lo largo de los años y hasta fechas recientes, el funcionamiento dado por la arquitectura industrial, que nació en una época de transformaciones de tipo socioeconómico, tecnológico y cultural, ha ido decayendo debido a que las situaciones y las necesidades del mundo han ido cambiando. Así que el siglo XX se caracteriza por haber sido un siglo de avances tecnológicos que han sustituido funciones que se desempeñaban durante la revolución industrial, dando como resultado el abandono de edificios para específicas industrias.
Algunas consecuencias negativas de la industrialización son el deterioro del ambiente, la degradación del paisaje y la explotación irracional de la tierra, las cuales dan lugar a la discusión actual, pues ahora se abre la puerta para infinidad de ideas y proyectos que tomen en cuenta estos lugares, ya que, al formar parte de nuestra historia e identidad, pueden proporcionar un gran valor de conciencia y cultural social. 
En muchas ciudades del mundo existen políticas de rehabilitación y reutilización de los edificios industriales, y en otras aunque no como obligación, la sociedad y el gobierno han encontrado estos edificios estratégicos para su re-explotación, pero en un sentido mucho más concientizado.
Un ejemplo muy señalado en México, ha sido el Parque Fundidora, en la ciudad de Monterrey. Desde 1900 se fundó como Compañía Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, y su decadencia a partir de los años 70´s, lo llevó al quiebre en 1986. Fue por parte de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, que tres años después se aprobara un plan maestro, para crear el Parque Fundidora, y con ello incrementar la oferta turística, cultural y esparcimiento de la ciudad. Fue hasta el año 2001 que se abrió al público, y con él una serie de proyectos urbanos se han desencadenado.
El parque alberga 27 macropiezas industriales, de entre la cuales las más importantes son los Altos Hornos y más de cien piezas de menor tamaño distribuidas en los jardines y andadores del parque. También cuenta con diversas plazas, un centro de convenciones, Museo del Acero, un auditorio de espectáculos, un parque temático, pistas deportivas, pista de hielo y skate park, así como extensas áreas verdes para uso colectivo.
En la actualidad es considerado un Museo de Sitio de Arqueología Industrial, y ha sido sede de carreras automovilísticas, cumbres de la ONU y Fórum Universal de las Culturas. También se reconoce porque, al ser Monterrey una ciudad industrial y su notoria falta de conciencia paisajística, con deterioro del ambiente y degradación del paisaje, el proyecto ha brindado a la sociedad un espacio público, que como bien predijeron años atrás, se ha convertido en foco turístico, cultural y deportivo de gran importancia para la ciudad.
Así como éste caso, existe una larga lista que acompañan éste fenómeno alrededor del mundo, y es importante promoverlos para que el resto de los edificios industriales en desuso, tengan la oportunidad de ser aprovechados como fuente histórica, recurso económico, y herramienta para concientizar a la sociedad sobre el medio ambiente y el paisajismo.

Se recomiendan los siguientes enlaces y bibliografía: 
 Casado Galván, Ignacio. "La arquitectura de la industrialización." 
 Contribuciones a las Ciencias Sociales. N.p., 2009. Web. 23 Feb 2012. <http://www.eumed.net/rev/cccss/06/icg9.htm>. 
Solano Andrade, Agustín René. "La estética del siglo XVIII y XVX." . N.p., n.d. Web. 24 Jun 2012.
 <http://www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&do_pdf=1&id=278>. 
"Parque Fundidora, Monterrey, México." . N.p., n.d. Web. 23 Feb 2012. <http://www.parquefundidora.org/>. Artículos de revistas: 
Morales Mújica, Paulina, and Auribel Villa Avendaño. «Patrimonio Industrial, Un nuevo territorio» Foro abierto. Libros: 
«Cuadernos. Preservación de la arquitectura industrial en Iberoamérica y España». Granada: Comares, 2001.

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