Paola Acosta Tamez
Master en Paisajismo, Jardinería y Espacio Público 2011-2012
Hoy en día, existen
en el mundo una gran cantidad de edificios y zonas industriales en
desuso, debido a los procesos de industrialización y
desindustrialización que se han presentado a lo largo de la historia
desde la Revolución Industrial. Sin
embargo, existe la alternativa de utilizar ésta situación como una
oportunidad de negocio, en la que rehabilitando estos lugares, puedan
llegar a ser parte de la economía de la ciudad promoviéndolos como
sitios históricos y culturales con enfoques turísticos.
En
el siglo XVIII, con la Revolución Industrial, se dio el inicio a una
nueva forma de vida, en la industria y la manufactura reemplazara el
trabajo manual. Esto dio como consecuencia una serie de edificaciones
pensadas única y exclusivamente para utilizarse como medio de creación
de tecnología nueva. Con esto se refiere a que aún siendo que la
estética era un tema de interés, no se desarrolló una nueva estética
dirigida a la producción industrial. Sin embargo, sí era de importancia
el adaptar las nuevas técnicas constructivas y el uso de materiales como
por el hierro.
Éstas
edificaciones a las que llamamos arquitectura industrial, tenían como
fin atender las necesidades que producían los procesos industriales,
desde su creación hasta el papel que el hombre jugaba en ellos. Y por lo
mismo, cada industria, con sus respectivas necesidades, edificaba a su
conveniencia. Hasta que con la invención de la máquina de vapor, uno de
los inventos más importantes de la época, surgió el elemento común de
las edificaciones industriales: la chimenea.
A
lo largo de los años y hasta fechas recientes, el funcionamiento dado
por la arquitectura industrial, que nació en una época de
transformaciones de tipo socioeconómico, tecnológico y cultural, ha ido
decayendo debido a que las situaciones y las necesidades del mundo han
ido cambiando. Así que el siglo XX se caracteriza por haber sido un
siglo de avances tecnológicos que han sustituido funciones que se
desempeñaban durante la revolución industrial, dando como resultado el
abandono de edificios para específicas industrias.
Algunas
consecuencias negativas de la industrialización son el deterioro del
ambiente, la degradación del paisaje y la explotación irracional de la
tierra, las cuales dan lugar a la discusión actual, pues ahora se abre
la puerta para infinidad de ideas y proyectos que tomen en cuenta estos
lugares, ya que, al formar parte de nuestra historia e identidad, pueden
proporcionar un gran valor de conciencia y cultural social.
En
muchas ciudades del mundo existen políticas de rehabilitación y
reutilización de los edificios industriales, y en otras aunque no como
obligación, la sociedad y el gobierno han encontrado estos edificios
estratégicos para su re-explotación, pero en un sentido mucho más
concientizado.
Un
ejemplo muy señalado en México, ha sido el Parque Fundidora, en la
ciudad de Monterrey. Desde 1900 se fundó como Compañía Fundidora de
Fierro y Acero de Monterrey, y su decadencia a partir de los años 70´s,
lo llevó al quiebre en 1986. Fue por parte de la Secretaría de
Desarrollo Urbano y Ecología, que tres años después se aprobara un plan
maestro, para crear el Parque Fundidora, y con ello incrementar la
oferta turística, cultural y esparcimiento de la ciudad. Fue hasta el
año 2001 que se abrió al público, y con él una serie de proyectos
urbanos se han desencadenado.
El
parque alberga 27 macropiezas industriales, de entre la cuales las más
importantes son los Altos Hornos y más de cien piezas de menor tamaño
distribuidas en los jardines y andadores del parque. También cuenta con
diversas plazas, un centro de convenciones, Museo del Acero, un
auditorio de espectáculos, un parque temático, pistas deportivas, pista
de hielo y skate park, así como extensas áreas verdes para uso
colectivo.
En
la actualidad es considerado un Museo de Sitio de Arqueología
Industrial, y ha sido sede de carreras automovilísticas, cumbres de la
ONU y Fórum Universal de las Culturas. También se reconoce porque, al
ser Monterrey una ciudad industrial y su notoria falta de conciencia
paisajística, con deterioro del ambiente y degradación del paisaje, el
proyecto ha brindado a la sociedad un espacio público, que como bien
predijeron años atrás, se ha convertido en foco turístico, cultural y
deportivo de gran importancia para la ciudad.
Así
como éste caso, existe una larga lista que acompañan éste fenómeno
alrededor del mundo, y es importante promoverlos para que el resto de
los edificios industriales en desuso, tengan la oportunidad de ser
aprovechados como fuente histórica, recurso económico, y herramienta
para concientizar a la sociedad sobre el medio ambiente y el paisajismo.
Se recomiendan los siguientes enlaces y bibliografía:
Casado
Galván, Ignacio. "La arquitectura de la industrialización."
Contribuciones a las Ciencias Sociales. N.p., 2009. Web. 23 Feb 2012.
<http://www.eumed.net/rev/cccss/06/icg9.htm>.
Solano Andrade,
Agustín René. "La estética del siglo XVIII y XVX." . N.p., n.d. Web. 24 Jun 2012.
<http://www.sabersinfin.com/index.php?option=com_content&do_pdf=1&id=278>.
"Parque
Fundidora, Monterrey, México." . N.p., n.d. Web. 23 Feb 2012.
<http://www.parquefundidora.org/>. Artículos de revistas:
Morales
Mújica, Paulina, and Auribel Villa Avendaño. «Patrimonio Industrial, Un
nuevo territorio» Foro abierto. Libros:
«Cuadernos. Preservación de la
arquitectura industrial en Iberoamérica y España». Granada: Comares,
2001.
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